lunes, 31 de octubre de 2011

Saul Steinberg. The Passport.

Se está por cumplir un año del blog y no quería que esto sucediera sin dedicarle una entrada a un autor de gran influjo en el humor gráfico y la ilustración[1]; ni más ni menos que el señor Saul Steinberg. 
Quino, Oski, Kalondi, Copi, Landrú, el primer Steadman, Ungerer son sólo algunos nombres -grandes nombres - (bueno, Landrú por ahí no) del dibujo y el humor que han sabido influenciarse de este versátil rumano de inestimable proyección, que disfrutó con cada trazo, que reivindicó con su labor el aspecto más lúdico del dibujo sin por ello restarle calidad .  
 Es difícil hacer una selección de su trabajo; todo recorte es injusto y parcial, más aún en este caso: las siguientes ilustraciones representan sólo una gota del basto océano de su obra gráfica. Este post consta de las primeras páginas del extenso libro "The Passport" publicado por Hamish Hamilton, en el Londres de 1955.

Dejo unas breves apreciaciones de Steinberg, rescatadas por Chuki en su excelente blog "Troesmas"
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 Yo empecé en el nivel más bajo, es decir el de los dibujos satíricos. Fui aprendiendo mientras hacía y sin librarme totalmente a las groserías de la caricatura o al aburrimiento del arte comercial, pero conservando una parcela de mediocridad, de vulgaridad diría yo, que vale la pena de ser conservada. Un poco como alguien que cambia de medio social sin desear por lo tanto rechazar la esposa, los amigos del principio.

Durante mis estudios de arquitectura, efectué un viaje a Ferrara y a Roma y tuve la oportunidad por la primera vez de dibujar del natural. Sin haber beneficiado de ninguna formación artística propiamente dicha, había aprendido a dibujar trazando planos a mano alzada y consideraba el dibujo libre como un trabajo de pura invención, salido directamente de la imaginación. Y fue en ese viaje educativo que comprendí cuán difícil es reproducir la naturaleza en toda su realidad substancial, de captar la verdad intrínseca; eso exige mucho esfuerzo, compromiso del cual uno se sustrae por vagancia – inventar es infinitamente más cómodo, menos cansador

 Hay que establecer una íntima relación de complicidad con el objeto a dibujar para conocerlo. No se hace nada bueno mintiendo. Inversamente, más honesto se es, mejor será el trabajo. Otra dificultad en el dibujo del natural : estamos obligados a encontrar respuestas a preguntas que no se han hecho nunca antes, mientras que en un atelier los problemas por resolver son conocidos de antemano.



Saul Steinberg














[1] Claro está, hay otros grandes que de momento han quedado sin su espacio en el blog. Ya habrá tiempo.

4 comentarios:

  1. ojala tuviera mas cosas de steiberg
    lo unico que tengo es una revista de arte, de brasil, de los años 50, y hay algunos dibujos de él
    no me lo tires abajo a landru, querido amigo!
    algunas veces sueño que landru es mi abuelo
    mira estas paginas, son hermosas http://eloficiodelplumin.blogspot.com/search/label/Landr%C3%BA%201

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  2. ¡Muy buen post!
    Si a alguien se le ocurriera la expresión "filósofo de la línea", creo que Steinberg va como piña. Más que filósofo es un inventor. Como dice la gente: "Inventó un lenguaje".
    ¡Salut!

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  3. No tiene mucho que ver con Saul Steinberg (también Caloi lo reivindicó más de una vez en su mítico programa) pero bueno, aunque no tenga mucho que ver, igual te paso por acá el enlace a lo que hacen los "artistas" porque los "artistas" son así: Artista con ESTILO

    Tampoco me gusta Landrú, leí que una vez entraron chorros a su casa y le dispararon en la mano con la que dibujaba y se la hicieron pomada, o pomarola. Y no le quedó otra que dibujar con la mano que el quedaba. Nadie nunca, ni sus fans se percataron de diferencia alguna en su tembleque estilo. Aunque si lo comparamos con el tipo éste del enlace que te mando... Landrú sería la posta, como el gringo Steadman.

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  4. Bueno estimado Iván, intentaré contestar a tan álgida cuestión, en relación a mis gustos. Primero comenzaré por retractarme. Una Fe de Erratas que le dicen. Donde escribí “Landrú por ahí no”, debí escribir “Landrú definitivamente no”. Las páginas que usted tuvo la amabilidad de extenderme (virtualmente, claro está) ya las conocía y entiendo que son lo más cercano a un argumento que alguien puede esbozar en su defensa. Y pese a ello, no alcanzan. Por más que me esmere no puedo encontrarle valor plástico a Landrú. Si tiene un estilo está forjado al calor de sus limitaciones. Lo que estaría muy bien -porque supongo que puede decirse de muchos y muy buenos- si no fueran tantas y por momentos tan obscenas. Esto lo exime -siempre según mi criterio- de ser considerado un grande, o alguien a ser tenido en cuenta, o alguien a revisitar cuando de dibujo o de humor se habla. Reivindico el derecho del espectador de repudiar lo que no le gusta.
    Lo mejor que he visto de Landrú es un intento de copia de Steinberg o de Oski.
    Ni hablar ya de sus apreciaciones políticas, resumidas en el debate con Del Peral, que simplemente dan asco.

    Esto de Steinberg, que estimé de interés para compartir en el blog es ínfimo; son un puñado de dibujos de alguien cuya producción fue prolífera. “The Passport” tiene como 300 páginas -y es sólo uno de sus libros- en las que su autor explora, juega, intenta agotar las posibilidades de representar un mismo objeto de múltiples maneras, incursiona en la tridimensión, interviene espacios y fotografías. En Steinberg el valor plástico es indudable. En Ladrú, como mínimo es discutible (y no hablo acá de virtuosismos, ojo).

    La maestría de Steinberg es tal que me hace reir sin emplear una sola palabra. Landrú puede valerse de todas las que el idioma pone a su disposición sin que por ello el resultado varíe; esto es abominar de su dibujo y la inexplicable incertidumbre de por qué trascendió y por qué –por lo menos hasta hace unos años- seguía publicando.

    Repito, esto no es más que mi modesto parecer.
    Permítase, Iván, experimentar desagrado por algún dibujante o artista. Verá que sirve para reafirmar los propios gustos.

    Y no voto por usted en el Faceebook ése, porque simplemente no tengo.

    Señor Zacatillo, no sabía que alguien como Landrú pudiera tener aquello que denominan "Fans". Pensé, sí, que podría tener algunos "Flans".

    Salud.

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