jueves, 30 de diciembre de 2010

Lajos Szalay. Dibujos- Drawings. Primera Parte










Lajos Szalay goza de prestigio mas no de popularidad.

Es difícil compilar información sobre su vida.

Se sabe que el artista -de origen campesino e hijo de un guardabarreras- nació en Hungría en 1909. Sobre su vida antes de su viaje a París en 1946 lo ignoro casi todo. Ladislao Magyar aportó algunos datos, que indican que realizó sus estudios en Budapest y que residió en París en dos oportunidades, antes y después de la SGM. 
Según comenta, Szalay aprendió a dibujar con la mano izquierda, tras su paso por el servicio militar a raíz de una historia en que un oficial perdía accidentalmente el brazo.

En 1948 desembarcó en Argentina y el año siguiente fue contratado por la Universidad de Tucumán (UNT), que distanciándose de las políticas del ministro Ivanisaevich, dio asiló a muchos plásticos excluidos de otras instituciones. Por esos años la UNT contrató a diferentes artistas de reputación en diversas cátedras: Lino E. Spilimbergo, Víctor L. Rebuffo, Pompeyo Audivert, Ramón Gómez Cornet, entre otros.

1949, resultó un año fructífero para Lajos Szalay;

Fue nombrado en Jefe de la sección de dibujo del Instituto Superior de Artes, un año después de su fundación;

Ese mismo año la universidad puso en marcha un proyecto de publicación de la obra de los artistas que se desempeñaban en el instituto, que tiempo después, en 1954, daría como resultado la edición de “Drawings”, del artista que nos ocupa, un libro compuesto por trabajos realizados entre 1937 y 1954.

El libro "Mitología Y Víspera De Georgina" de Ignacio Anzoátegui editado por Emecé, contó con dibujos de Szalay.

También, durante 1949 (en septiembre), la municipalidad de Buenos Aires consagró el libro número nueve de los famosos "Cuadernos de Buenos Aires" a "Luis" Szalay, titulándolo "Impresiones de un Inmigrante" en el que el húngaro representó diversos lugares de la capital (Plaza de los dos Congresos, Teatro Colón, Plaza de Mayo, Iglesia del Pilar, etc.); vale aclarar que, según me han comentado es el único de los cuadernos dedicado a un artista plástico y uno de los más difíciles de conseguir (en los sucesivo pienso subirlo también, si su encuadernación lo resiste y si a alguien le interesa).

María Claudia Ale  señala la importancia que la UNT brindó al área de extensión cultural, reflejada en espectáculos,  exposiciones, conferencias, recitales de danza y conciertos. Dentro de ese marco se celebró en agosto de 1950 una exposición de  las obras de Szalay, resultado de sus tareas de investigación y docencia.

En 1951 Szalay ilustró algunas publicaciones: poemas  de  Julio  Ardiles  Gray “Cánticos Terrenales” y los boletines de la UNT.

Señala Ale, “En el año 1952,  según detalla  la memoria, bajo  la conducción de Szalay  se  realizó  la ilustración  de  tres  libros  con  un  total  de  50  dibujos  para  ilustración  de  programas  de actos culturales,  bocetos  para  el  taller  de  metalistería  artística,  retrato  de  la  "jefa espiritual  de  la  nación", Eva  Perón,  para  el  aula  que  lleva  su nombre  por  encargo  del rectorado  de  la UNT”

Sus dibujos acompañaron el libro de poesía de Raúl Galán, "Carne de la Tierra", publicado por Ediciones de la Carpa en la provincia en donde desarrolló su actividad como docente.  

En octubre de 1957, la editorial Kraft imprimó un libro con introducción de Romero Brest íntegramente dedicado a la obra de Lajos Szalay: Dibujos- Drawings. El tema preponderante de sus trabajos es “La Tragedia Húngara” que hacen referencia al levantamiento húngaro en 1956 y su ulterior represión, lo que sumado a su religiosidad, implicó un distanciamiento de la intelectualidad de izquierda para con el artista. Este libro, el que aquí abajo digitalicé, pese a compartir el nombre no es una reedición del de la UNT. El prólogo del futuro director de Di Tella y los dibujos sobre el episodio del país natal del autor evidencian que se trata de dos libros diferentes. Si alguien posee un ejemplar del mismo y desea compartirlo, bienvenido.

Una vez abandonada la Argentina residió en Estados Unidos, luego en París desde donde, ya laureado y consgrado, emprendió el regreso a su país de origen, en donde falleció en 1995.
Un museo lleva hoy su nombre en Hungría.

Entonces aquí les dejo la primera parte del libro de Lajos Szalay "Dibujos- Drawings" editado por Kraft en 1957; libro que me produjo un agujero relativamente grande en el bolsillo.

Salud (...y que lo disfruten).


Bibliografía:

Lajos Szalay Dibujos- Drawings, 1957; Guillermo Kraft Limitada.

Cuadernos de Buenos Aires IX, Impresiones de un Inmigrante, Szalay Lajos. 1949; Ediciones de la Municipalidad.

Lajos Szalay, Al maestro con gratitud, Magyar Ladislao; Periódico de Arte de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. Número 42. Enero/Febrero 2001.

Presencia de Lajos Szalay en la Universidad de Tucumán, Ale María Claudia.

Fasciculo Nº 50 de Capítulo: La historia de la literatura argentina, La Poesía social después de Boedo; CEAL.


Miles de agradecimientos a María Claudia Ale y al señor Magyar por sus aportes.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Rafael Barrett. Un Literato Rojo y Negro.

          Rafael Barrett por Carlos Alonso

A 100 años de la muerte del escritor, un pequeño homenaje...

NUESTRO PROGRAMA (Extracto)


Decíamos en nuestros manifiestos:

“Germinal no estará con lo viejo, sino con lo nuevo; opondrá al dogma la idea, y a la autoridad, el examen. Preferirá lo verdadero a lo retórico.
No defenderá el oro, ni el poder, sino el trabajo.
No aceptará lo legal, sino lo justo.
Organizará la resistencia y el avance de los que producen y crean.
No hará política, hará humanidad”.

Insistimos en este punto: que los urgentes problemas de la Humanidad son económicos.
Para verlos, sentirlos y resolverlos, es necesario que el hombre desnude su espíritu; es necesario que liberte su cerebro; es necesario que haga a su inteligencia bastante valiente para mirar cara a cara la verdad y confesarla, y a su corazón bastante valiente para mirar cara a cara la justicia y defenderla.

¿Instruir? No es lo esencial. ¿Enseñar gramática y química a un esclavo? ¿Para qué? Lo que hay que enseñarle es que aborrezca su estado, que sufra y se desprecie y se indigne, que ame la libertad más que la vida. No es cuestión de ciencia. No es ciencia lo que hace falta, sino conciencia.

El hombre libre buscará la ciencia sin que se la recomienden. El prisionero resuelto a evadirse buscará la lima que corte la reja. Aprender a leer es encontrar la lima.
¿Un libro? Cosa admirable, si el libro corta la cadena, y desnuda el espíritu.
Herid lo moral. Lo moral es lo real. Haced que el hombre se avergüence de obedecer. Suprimid el sacerdote, el capitán, el patrono, el magister. Matad el principio de autoridad donde lo halléis. Que el hombre lo examine todo por sí. Quesea responsable de sí propio. Si cae, que sea siquiera porque se equivoca él, no porque se equivoca otro. Combatamos al jefe, a todos los jefes. Tenemos en el fondo de nosotros mismos cuanto necesitamos.

LA ROSA


La ancha rosa abierta empieza a deshojarse. Inclinada lánguidamente al borde del vaso, deshace con lento frenesí sus entrañas purísimas, y uno a uno, en el largo silencio de la estancia, van cayendo sus pétalos temblando. Aquella en quien se mezclaron los jugos tenebrosos de la tierra y el llanto cristalino del firmamento, yace aquí arrancada a su patria misteriosa; yace prisionera y moribunda, resplandeciente como un trofeo y bañada en los perfumes de su agonía.
Se muere, es decir, se desnuda. Van cayendo sus pétalos temblando; van cayendo las túnicas en torno de su alma invisible. Ni el sol mismo con tanto esplendor sucumbe. En las cien alas de rosa que despacio se vuelcan y se abaten, palpita la nieve inaccesible de la luna, y el rubor del alba, y el incendio magnífico de la aurora boreal. Por las heridas de la flor sangra la belleza.

Esta rosa, más bella aun al morir que al nacer, nos ofrece con su aparición discreta una suave enseñanza. Sólo ha vivido un día; un día le ha bastado para ocupar la más noble cumbre de las cosas. Nosotros los privados de belleza, vivimos, ¡ay!, largo tiempo. Nos conceden años y años para que nos busquemos a tientas y avancemos un paso. Y confiemos siquiera en que la muerte nos dará un poco más de lo que nos dio la vida. ¿A qué prolongaría la belleza su visita a este mundo extraño? No podemos soportar el espectáculo de la belleza sino breves momentos.
Los seres bellos son los que nos hablan de nuestro destino. La flor se despide; me habla de lo que me importa, porque es bella. Se va y no la he comprendido. Desnuda al fin, su alma se desvanece y huye. El crepúsculo se entretiene en borrar las figuras y en añadir la soledad al silencio. Entre mis dedos cansados se desgarran los pétalos difuntos. Ya no son un trofeo resplandeciente, sino los despojos de un sueño inútil.