domingo, 29 de marzo de 2015

Revista Atlántida. 1918 - 1920.

A principios de 2014, por azar, di en una librería de usados con unas revistas profusamente ilustradas, con viñetas de diversos autores de trazos tan atractivos como familiares, más alguna firma identificable; Se trataba de “Atlántida”, dirigida por Constancio C. Vigil.  No conferí mayor relevancia al hecho, pero sí me encargué de comprar ambos ejemplares, cautivado por la portada de Málaga Grenet, la firma de Rojas, las viñetas de Soldati, las belleza de las publicidades -que por lo general suelen repelerme-, el  papel amarillo y una página de  historieta; en resumen, me hice con los números disponibles que eran el 5 -de abril de 1918- y el 136 -de 1920-. Con el tiempo y un poco de rastreo amplié mi colección con algunos ejemplares más: el N°2 y el N°4 del mes de Marzo de 1918,  y el 15, de Junio del mismo año.


Quiero detenerme en algunos puntos. 

El primero es sobre Soldati. Si mis cálculos no son erróneos, es el autor con mayor cantidad de trabajos incluidos en esta publicación dirigida por el creador de Billiken, habiendo entre ellos, como las fechas lo indican, un par de años de diferencia. Lo que entiendo implica no sólo una producción prolífica sino sostenida (y esto es hipotético, por obvias razones). Lo llamativo es que en las sucintas líneas que pude leer sobre su vida, no se menciona su colaboración con esta revista en ninguna oportunidad. Es interesante destacar que para los investigadores -particularmente José María Gutiérrez- Oscar Soldati es el responsable de la creación de la primer historieta moderna de la Argentina, es decir aquella que incorpora los globos de diálogo suplantando a la didascalias (textos al pie). Esta fueron las interesantísimas "Aventuras de un Matrimonio sin Bautizar" de 1916, en la que continuó la obra de R. Tomey (elegante dibujante, por cierto) introduciendo los mencionados cambios. Llamativamente, en sus obras inmediatamente posteriores, Soldati no volvería a incurrir en el uso de globos.


Por eso, lo segundo que deseo destacar, es la página de historieta, en el ejemplar de 1920 de nombre “Paragüita y Miquelino” y de la que no sé nada. El uso de globo es sistemático, prescindiendo completamente de las “didascalias”, lo que entiendo, era poco habitual para la historieta vernácula de la época. Esto me hizo pensar en que quizá haya sido concebida por algún autor extranjero, razonamiento motivado además por la ausencia de indicación del realizador; pudieron haberse nacionalizado los nombres, como en tantos otros casos. O puede tratarse de un autor local intentando emular el trazo de George McManus o del "Happy Hooligan" de Burr Hopper (conocida acá para ese entonces como "Cocoliche") sin demasiado éxito. Al parecer, no sería la primera vez que “Paragüita y Miquelino” aparecen en las páginas de “Atlántida”. El dibujo me recuerda estilísticamente al de Néstor González Fossat, pero más primitivo (lo que es poco probalbe por una cuestión de edad). Esta es una de mis dudas/ consultas, que planteo a los lectores.

Para terminar, es forsozo mencionar a otros dibujantes que firman hojas en estas revistas; el clásico francés Caran D'ache (del que incluí 2 páginas); las magníficas ilustraciones de Julio Málaga Grenet (que fueron cubiertas por este blog en una entrada); el curioso autor anónimo de "Las películas en serie"; el "couplets" de moda de  Pedro de Rojas, miembro de la primera camada de historietistas nacionales y de vital relevancia para el medio, que actuó como director de arte de no pocas revistas y que creó la divertidísima "Pues Señor..." en 1908. 


















miércoles, 25 de marzo de 2015

Gallo y Pollini.

Nuevamente la calle volvió a ofrendar material a mi biblioteca; alguien guardó durante más de 30 años una selección de artículos del viejo periódico "Tiempo Argentino", pero de algún modo que jamás sabremos, terminaron en la vereda esperando a ser recogidos. No fui yo quien inopinadamente dio con ellos, pero sí llegaron a mis manos estas amarillentas y gastadas hojas de diario que hoy comparto -y me anticipo a pedir disculpas por lo precario de la digitalización y el montaje (espero sepan comprender)-. En ellas descubrí a dos ilustradores emparentados a la línea de Ralph Steadman, Gallo y Pollini, de los que no cuento con ninguna información, salvo que compartían espacio con Scafati en la mencionada cabecera, en el lejano 1984.