domingo, 18 de noviembre de 2012

Los Artistas del Pueblo. 1920 - 1930. Última Parte














Abraham Vigo regresa con su lámpara.

(No fue un copista de la realidad; fue un intérprete. Siempre buscó, a su manera, la síntesis expresiva y la esencia poética. Esto lo vinculó, en su hora, al movimiento de los innovadores formales, a las llamadas "técnicas de vanguardia".)

Abraham Vigo... ¿Dónde estás ahora?
¿En qué esquina del tiempo, en qué ventana, 
bajo qué intensa lámpara
te inclinarás sobre la severa
y fina arquitectura del grabado?
¿Qué hablaste con las nubes, los albatros, 
las golondrinas que no han vuelto,
la parte de la luna que no podemos ver 
y los árboles de la otra vereda
en el hondo suburbio de la muerte?

Lo evoco en las esquinas de la barriada lúcida, 
de perfil combatiente
y ese su aire grave y fraternal
frente a un telón de bohardilla y fábrica 
o en el mesón curtido de vino varonil
y los cielos baratos.

Lo recuerdo en la Boca marinera y llovida 
y en el Parque Patricios, de tristeza de lata, 
con Riganelli y con Facio Hebequer, 
tuteando a la aurora.
Hablándole de vos a la esperanza.

¡Cómo amaba a su oficio silencioso y nocturno! 
Pero antes había recogido en la calle,
en la lucha, en la vida, en la demora
de aquello que vendrá
y en el vasto rumor y los dolores vastos, 
la rosa popular y la estrella recóndita.
Casi traslúcido,
¿qué fuerza singular lo mantenía en pie?
El amor a sus gentes, al hombre, a la magia 
sutil de su herramienta,
al esplendor de la vigilia larga.

Y un día el fuego devoró su fuego.
Ahora sus cenizas, con las de Ariel, discurren 
en el sitio remoto donde no está el olvido. 
Y cuando hay que defender un sueño

Abraham Vigo regresa con su lámpara.

Raúl González Tuñón.

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Prólogo en serio (Imitación del Dante)

Esto que veis, señoras y señores,
son las obras profundas y genuinas
del más ilustre de los grabadores.

Ante todo su nombre, con rotundas
letras de molde: Abraham Regino Vigo.
¡Aplaudid con palmadas tremebundas!
(y sea Dios con vosotros y... conmigo).

(…)

A manera de epilogo:

Yo, señores, soy testigo:
cuando graba un aguafuerte,
¡cuánto, cuánto se divierte
el maestro Vigo!
Cuando hace xilografia,
qué alegría.
Y si es una punta seca,
salta cual gallina clueca.

(¡Lástima que cuando se levanta a mediodía,
qué bronca trae, mama mía...!)

Ovillejo

Sus grabados quedarán,
Abraham,
y será muy alto el destino,
Regino,
puesto que yo se lo digo,
Vigo,
acepte pues de su amigo
un abrazo a lo Tarzán,
Abraham Regino Vigo.

Julio Cortázar.

2 comentarios:

  1. Un fenomeno. Yo Vigo, Abraham tipos como Regino hoy día? je
    Que linda esta gente,

    como siempre monsieur NN, calidad y coherencia.

    Salud,

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  2. No sé, yo me hago un poco esa pregunta. Supongo que sí, pero no son los que uno ve colgados en Arte BA, etc., etc. (lo que, convengamos, está muy bien).

    Por ejemplo, yo a algunos de tus trabajos les veo cierta reminiscencia a Facio Hebequer.

    Salud, Don Checho.

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