lunes, 13 de agosto de 2012

Victor L. Rebuffo. Contraluz. Primera Parte.

 Acabó el prolongado tiempo sin colgar un nuevo libro de Victor L. Rebuffo. Está y las sucesivas entrada de "Contraluz", dedicadas al maestro del grabado -de interés para todo aquel aficionado al tema de la narración gráfica- pretenden difundir la que probablemente sea la única “novela en imágenes” publicada (y hago énfasis en este "publicada") por un grabador argentino, en la tradición de Frans Masereel, Lynd Ward, Clément Moreau, entre otros.
Precisamente por ello (si bien no es un libro fácil de conseguir) me parece llamativo que -a excepción de la ya mencionada labor de Patrick Frank en su grabados.org- este trabajo único permanezca sin reedición, tanto impresa como virtual. 

El libro, editado por Albino Fernández en 1979 -curioso año teniendo en cuenta que parte del contenido va sobre La Semana Trágica- aúna cinco historias, a saber: "La Quimera", "Los Camaradas", "El Amor", "La Rebelión" y "El Silencio"; un detalle no menor es que las estampas tienen nombres, que actúan en forma de anclaje para la compresión de las imágenes. Al estar en el índice y éste al final del libro, los interesados recién podrán leerlos en la última entrada, debido a que lo publicaré en orden (a razón de un relato por entrada). Sepan disculpar

Por el lado visual, es sensible la diferencia respecto de sus tacos posteriores a la década de '50. Las tallas no ostentan el posterior refinamiento de la técnica, en favor de un planteo más visceral.































6 comentarios:

  1. Madre mía.

    La posta el tano Rebuffo.

    Veo esos trazos blancos sobre esos planos negros y me siento inmaterial, inexistente. Que no existiré ni aunque lo intente con cada hebra de mi ser.

    Víctor, qué grosso que sos, viejo.
    Sabelo.

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  2. Con orgullo de nieta, saludo este espacio tan nutritivo de expresiones artísticas y exquisita sensibilidad, que nuevamente estoy mencionado en mi blog sobre Rebuffo.

    Un abrazo.
    Diana Rebuffo

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  3. Es extraño; me corrijo, NO es extraño. Alguna vez me interrogué sobre la difusión gratuita –para algunos ilegal- sin rédito económico para nadie, que implica este sitio, la violación de “copyright”, la posibilidad de reclamo de partes interesadas en el asunto (artistas, familiares, y todos los epifenómenos circundantes) y las consecuencias. Hoy encuentro que mi imaginación me engañó una vez más, al menos en parte. Claro, esa lucha no es la de acá, no es la nuestra. No habiendo mercado, no habiendo reediciones, habiendo poca demanda y mucho desconocimiento no puede serla. Acá se lucha para que la cultura no sea olvidada, para que la maestría de los artistas perdure aunque sea en un soporte digital, y vaya más allá del circuito de museos. Dudoso beneficio de vivir en los márgenes.

    En ese plan, guiado por esa idea de mostrar aquello que está a mi alcance y debe ser conocido allende las arbitrarias y siempre fluctuantes fronteras, orgullo siento al contar con el nombre de Victor L. Rebuffo en mi biblioteca y en mi sucinto catálogo digital. Cuando apenas unos pocos libros -que no necesitaban de anaqueles- formaban mi acervo, “Víctor Rebuffo y el Grabado Moderno” significó una de mis primeras inversiones importantes en un libro. Con él aprendí la belleza del grabado en madera, y descubrí que la técnica exige una resolución formal a su medida.
    Notarás que tengo cierta predilección por su obra, por sus temas y que para este blog es una artista imprescindible.
    Me alegra enormemente que participes de esta necesidad de difusión del arte de tu abuelo y que para ello también hayas salido a compartirla mediante un blog. Hay grabados que desconocía por completo e imagino tesoros que aún se mantienen ocultos. Aún.

    Ya agregué el link en la barra de direcciones de interés.
    Te agradezco la mención. Te agradezco la molestia de escribirme.
    Otro de las bellas retribuciones que me ha dado mantener este espacio (y van…)
    Salud.

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  4. Querido amigo, me emocionaron mucho tus palabras.
    Celebro nuestras coincidencias.
    Un fuerte abrazo.
    Diana Rebuffo

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  5. Felicito a este editor anónimo que bien merece agradecimiento por su labor. De casualidad hoy vino a mi memoria el apellido Rebuffo y de inmediato me acordé de Víctor, a quién mi Padre Francisco había tratado y apreciado mucho. Hay un trabajo dedicado de Víctor en casa de mis Padres, que nunca olvidaría. Pero volver a ver su obra después de tantas décadas pasadas, me maravilla hoy más que nunca. Estas son las vivencias que trascienden de la obra y cada día que pasa más la califican. ¡Qué espíritu hay en Ellas! Muchas Gracias Sr Editor por este regalo. Y a Víctor... que siga trabajando. Que mucho Capital de Gracias amasó para imaginarlo de brazos cruzados. Un fuerte abrazo a ambos, Francisco Javier de Amorrortu

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  6. Bueno, el editor de esto agradece el reconocimiento. En l oreferente a Don Victor Rebuffo, falleció años antes de que naciera quien estas líneas redacta (1903-1983). Claro que, como siempre se dice, su obra perdura, y gracias a internet, probablemente circula más que nunca.
    Mis saludos.

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