El ilustrador francés Tomi Ungerer me era completamente desconocido hasta que mi amigo Adolf Choropowicz me alcanzó uno de sus clásicos cd´s con imágenes, que incluía unos pocos ejemplos –los que se conseguían en internet en ese momento- de su producción. Hace poco redescubrí su obra a través de la adquisición del genial libro “Testament”.
En muchos de sus trabajos hay una fuerte influencia de Saúl Steinberg, lo que me trae a la memoria al humorista gráfico Kalondi –de quien subiré algo más adelante-; como él, logra resignificar y reformular los planteos del rumano, con fines bien diferentes. Hay una parte lúdica en su hacer, pero en reiteradas oportunidades su concepción plástica se ve superada por el fuerte mensaje de sus trabajo.
Sobre la edición agrego que se trata de un libro de Editions Herscher para el mercado francés en 1985, que oficia de síntesis de otras publicaciones del autor aparecidas entre 1968 y 1984, como “Fornicon”, “Politrics”, “Babylon”, “Symptomatics”, “Rigor Mortis” entre otros.
Ché, estos trabajos son muy buenos... es llamativa la austeridad del juguetón trazo de Steinberg al servicio de diseños casi como afiches que en un instante te trompearon con su toma de posición.
ResponderEliminarAl verlos no puede uno soslayar el sentido que quiere transmitir el autor.
No es cínico, es revelador.
¿Por qué parece la verdad tan cruda si de todas formas es ineludible?
Creo que es como dicen en una historieta: "Siempre sabemos todo, pero nos decimos que no, para hacernos la vida tolerable".
Muy bueno tu blog, chabón.
Licenciado Jéremy Láramie, (quien prefiere a Faruk antes que a Nine el viejo -a no, perdón por mi sordera: era a Nik- ) un placer leer sus líneas.
ResponderEliminar¿Coincide entonces de que Ungerer toma elementos de Steinberg, por lo menos en cuanto al caracter lúdico del hacer plástico?
Después de subir estas imágenes busqué raudamente información del autor y en algún sitio acusan la influencia de George Grosz: será que el alemán opera en su producción en este sentido que señalás, en el de la fuerza del mensaje despojado de sutilezas. Lo que muchos se apresuran en señalar como literatura, para mi es la puesta de manifiesto de la crudeza de la realidad con todo lo que ello implica.
En algún momento reincidiré con este libro, con algunas imágenes eróticas, que harán las delicias del Choropeitor.
Si se trata de carteles o no, lo desconozco, aunque las ilustraciones aparentan precisamente eso. En el libro no se incluye datos precisos, tampoco en cuanto a las técnicas, aunque es probable que en algunos casos se trate de serigrafías.
¿En que historieta decían eso, que no puedo recordarlo?
Sigo atentamente su blog, con la investigación sobre Purple Line. Me enteré que recientemente hubo un caso de censura. Veremos como sigue el asunto.
Salud.
Mhh, está difícil. Nine el viejo es un clásico que nadie osará discutir. Faruk goza de prestigio más no de popularidad. Nik, bueno... él tiene en su haber una película de animación 3D para niños. O los niños no saben lo que quieren, o sus padres los odian. Nik goza de fortuna monetaria más no del amor de su prójimo.
ResponderEliminarMejor sería dibujar en las sombras.
Steinberg me parece lúdico, Ungerer parece pícaro, lúdico y sádico. Tres esdrújulos vocablos que juntos son dinamita. Quizá sádico no es el término justo, pero pegaba con los otros que acuñé... no tiene una intención lesiva para con el espectador, pero como diría Accorsi, "va con los tapones de punta". Creo encontrar en ambos la inmediatéz con la que conectan al espectador con sus planteos. Aún cuando la mirada del espectador ya recorrió todo el dibujo, cuando el cerebro recepcionó el mensaje, uno sigue mirando, pensando y todo eso. Con Steinberg en algo simplón y desenfadado, quizá; con Ungerer, en algo más ácido. Bah', lo que mencionás de Kalondi, es como tomar un lenguaje y usarlo para decir algo que había sido dicho con el mismo hasta entonces, ¿no?
Respecto a lo de llamar "literatura" a una imagen sin texto... me parece que los "escritores" se quieren subir a las tetas de estos grossos. Y así, gente que no dibuja nada se llena la boca mencionando a Goya, pienso.
No sé nada a decir verdad, de afiches. En mi vida hice uno. Pero la capocha se me dispara a catalogar así estos laburos. Algo en la simplicidad y en el hecho de que variando la escala, agrandando o achicando, no pierden legibilidad. Creo que es una ventaja, en cierto sentido.
Lo de "Siempre sabemos todo" creo que se lo menciona Muerte a Destrucción, en una evocación que les transmite este último a Sueño y Delirio, en la última parte de Vidas Breves, si mal no recuerdo. Tenía ese número, lo presté a una chica y nunca más lo vi. Y con la chica no pasó naranjas.
Curiosamente, una página de Purple Lina se coló en el silente blog del pibe Zacatillo. Creo que el guión no es de Carla Sanchopansky, sino de un tal "Dibujante Pod". Pero la piba esa hizo cualquiera.
Respecto a la censura, obra en mi poder una copia virtual en jpg de la página de la polémica. Ya te la enviaré por mail.
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ResponderEliminarMhh. Siempre me equivoco cuando escribo comentarios largos. Quise escribir que "es como tomar un lenguaje y usarlo para decir algo que no había sido dicho con el mismo hasta entonces."
ResponderEliminarMencionando a Kalondi (al que te debo su descubrimiento), Steinberg, Ungerer tan alegremente, temo convertirme en un literato bloguero que no dibuja y que sólo fabula esterilmente. Mejor vuelvo a mi cucha a dibujar.