Mijail Bakunin. 1814- 1876. |
"Yo no soy ni un sabio ni un filósofo, ni siquiera un escritor de oficio. He escrito muy poco en mi vida y solamente lo he hecho, por decirlo así, a pelo, cuando una convicción apasionada me forzaba a vencer mi repugnancia instintiva contra toda exhibición de mi propio yo en público. ¿Quién soy yo, pues? y ¿qué es lo que me impulsa ahora a publicar este trabajo? Yo soy un buscador apasionado de la verdad y un enemigo, no menos apasionado, de las ficciones desgraciadas con que el partido del orden, ese representante oficial, privilegiado e interesado en todas las torpezas religiosas, metafísicas, políticas, jurídicas, económicas y sociales, presentes y pasadas, pretende servirse, todavía hoy, para dominar y esclavizar al mundo. Yo soy un amante fanático de la libertad, a la que considero como el único medio, en el seno de la cual pueden desarrollarse y agrandarse la inteligencia, la dignidad y la felicidad de los hombres... La libertad que consiste en el pleno desarrollo de todas las potencias materiales, intelectuales y morales que se encuentran latentes en cada uno... Yo entiendo esta libertad como algo que, lejos de ser un límite para la libertad del otro, encuentra, por el contrario, en esa libertad del otro su confirmación y su extensión al infinito; la libertad limitada de cada uno por la libertad de todos, la libertad por la solidaridad, la libertad en la igualdad; la libertad que triunfa de la fuerza bruta y del principio de autoridad, que no fue nunca más que la expresión ideal de esta fuerza... Yo soy partidario convencido de la igualdad económica y social, porque sé que, fuera de esta igualdad, la libertad, la justicia, la dignidad humana, la moralidad y el bienestar de los individuos, así como la prosperidad de las naciones no serán nunca nada más que mentiras”. —
"A mi juicio está claro que el sufragio universal constituye la manifestación más amplia, y al mismo tiempo más refinada, de la charlatanería política estatal; es sin duda alguna un instrumento peligroso, que exige de quienes lo utilizan una gran habilidad y competencia, pero que al mismo tiempo, si esas personas aprenden a utilizarlo, puede convertirse en el medio más seguro para hacer que las masas cooperen a la construcción de su propia cárcel."
"Quien dice poder político dice siempre dominación. Y donde existe la dominación, una parte más o menos considerable del pueblo está condenada a ser dominada por otros. Por lo mismo, es bastante natural que quienes estén dominados detesten a los dominadores, y que los dominadores deban reprimir y en consecuencia oprimir necesariamente a quienes les están sometidos.
Tal ha sido la eterna historia del poder político desde el momento mismo de establecerse en este mundo. Esto explica también por qué y cómo hombres demócratas y rebeldes de la variedad más roja mientras formaban parte de la masa del pueblo gobernado, se hicieron extremadamente conservadores cuando llegaron al poder. Por lo general, estos retrocesos suelen atribuirse a la traición. Pero es una idea errónea; en su caso, la causa dominante es el cambio de posición y perspectiva.
Convencido de esta verdad, puedo decir sin miedo a ser desmentido que si mañana hubiera de establecerse un gobierno o un consejo legislativo, un Parlamento compuesto exclusivamente de trabajadores, los obreros mismos que ahora son firmes demócratas y socialistas se convertirían en aristócratas no menos determinados, adoradores audaces o tímidos del principio de autoridad, y que también se transformarían en opresores y explotadores."
"Todo gobierno tiene un doble objetivo. Uno, el principal y declarado abiertamente, consiste en mantener y fortalecer el Estado, la civilización y el orden civil, es decir, el dominio sistemático y legalizado de la clase dirigente, sobre el pueblo explotado. El otro objetivo, que es igualmente importante para el gobierno, aunque no se declare tan abiertamente, es la conservación de sus privilegios estatales exclusivos y de su persona".
"(...) No hay horror, crueldad, infame transacción, impostura, robo cínico, saqueo desvergonzado y sucia traición que no hayan sido o que no sean cotidianamente realizados por los representantes de los Estados, sin otra excusa que esta palabra clásica, a la vez tan cómoda y tan terrible:
¡La razón de Estado!
En cuanto se pronuncia,todo es callado, todo cesa (...) lo negro se vuelve blanco y lo blanco negro, lo horrible, humano y las más cobardes felonías, los crímenes más atroces se convierten en actos meritorios".
“Mientras exista una clase inferior, perteneceré a ella. Mientras haya un elemento criminal, estaré hecho de él. Mientras permanezca un alma en prisión, no seré libre.”
¿Y la cuarta?
ResponderEliminar¿Y a vos qué porongas te importa, narigón intruso?
EliminarLa verdad, ni idea. Pero no iba a poner "anónimo" porque algún autor ha de tener. Por ahí debí haber puesto "desconocido", pero aclarar que es desconocido para mí, lo que no lo convierte en un "completo desconocido", solo en un "desconocido en parte".
ResponderEliminarAsí y todo ¿A dónde lo iba a linkear?
Ponele el cuarto a NN
ResponderEliminar200 años ya?
ResponderEliminarCómo pasa el tiempo.
Tengo 'Estatismo y Anarquía' de Bakunín y me pareció muy bueno, muy actual a pesar del paso del tiempo.
Saludos
J.
muy bueno. un orgullo para mi sumar en una pagina de este blog de lucha y calidad!
ResponderEliminarJosé, recuerdo haber leído la reseña en tu blog, y la crítica a la edición de "Utopía Libertaria" por no incluir una contextualización del texto, muy anclado -como mucho de lo escrito por Bakunin- en el momento histórico en que fue redactado.
ResponderEliminar"Estatismo y Anarquía" es una cuenta pendiente para mí. En mi biblioteca descansa el volumen 46 de "Historia del Pensamiento" de Orbis Ediciones/ Hyspamérica, que incluye un prólogo de Max Nettlau y un Postscríptum al Prólogo. En su momento, veré si complementa y aclara lo que falta en la edición más actual.
¡Saludos y gracias, como siempre!
Chechito, el honor es mío de tenerte acá, como artista y comentarista.
ResponderEliminar¡Abrazo y nos estamos viendo!